Caminar descalzos por la playa, el césped o un prado
Hay muchos factores tanto externos como internos que pueden influir en nuestra salud tanto mental como física, por ejemplo, la época del año, si estamos de vacaciones, si hace buen tiempo, si estamos pasando un periodo de estabilidad personal, profesional, etc., si anímicamente nos encontramos bien, si fisicamente no tenemos dolores, etc. O todo lo contrario, si tenemos estrés, ansiedad, problemas en el trabajo, mucha carga familiar, enfermedades, dificultades económicas, etc. Está claro que todo va a influir en nuestro estado de bienestar general, y que tenemos que atender a todos los factores que existen en nuestro alrededor para poder encontrar el equilibrio tanto físico como emocional.
Os preguntaba sobre si os sentís bien caminando descalzos porque hoy os quiero hablar de un tema poco conocido en España que es el Grounding o Earthing. Literalmente significa “Puesta en tierra” o “Toma de la tierra”, y hace alusión a mantener el contacto directo de la piel con la superficie de la tierra, con el suelo a través de nuestro cuerpo, principalmente a través de nuestro pies y tomar consciencia del momento.
Existen varios estudios científicos que sostienen como hipótesis que el Grounding o Earthing beneficia a la mejora de la inflamación y cicatrización de los tejidos debido a que al conectar el cuerpo a la Tierra, los electrones libres de la superficie de la Tierra se propagan hacia el cuerpo, donde pueden tener efectos antioxidantes.
Es un tema que despierta cierta controversia dentro de la comunidad científica ya que a pesar de que se han realizado estudios científicos y se han publicado los resultados en revistas de prestigio internacional avalando esta tesis, es cierto que hay sectores de la comunidad investigadora que cuestionan estos estudios tachándolos de preliminares y demasiado pequeños para sacar conclusiones definitivas.
Más allá de esta polémica y fuera del campo de la medicina, desde un punto de vista psicológico, el Grounding se ha posicionado como una serie de técnicas a nivel físico y mental efectivas frente al estrés y la ansiedad, y que en general promueven una mejora de la calidad de vida.
El hecho de andar descalzo por la naturaleza es un símbolo de bienestar y libertad presente en el modo de vida, en la literatura o psicología de muchas culturas en todo el mundo, y aunque a priori no tenemos estudios científicos que avalen al 100% esta tesis, lo que sí que es cierto es que nuestro nivel de bienestar, en términos generales aumenta realizando este simple gesto.
El concepto de Grounding como lo conocemos ahora fue desarrollado en un principio por Clint Ober durante la década de los 90 en EE UU. Ober era en ese momento un directivo de una de las grandes compañías de instalación de televisión por cable de EEUU y debido a problemas de salud, tuvo que dejar de trabajar y comenzó a cuestionarse el paralelismo entre los sistemas eléctricos y el cuerpo humano, partiendo de la evidencia de que los sistemas eléctricos cuando se conectan a tierra, mediante el cable de tierra, se estabilizan y desaparecen las interferencias, y se preguntó si el cuerpo humano bioeléctrico y transmisor de señales funcionaría de la misma manera. También se dio cuenta de que actualmente vivimos más aislados del suelo que hace unos años debido a nuestro modo de vida y a nuestro calzado. Actualmente una gran cantidad de personas usan zapatos con suela de plástico, el plástico nos aísla del suelo y de su carga de electrones. También nos aíslan los suelos de tarima flotante sintética que tienen una película de plástico aislante. Hay muchas interferencias entre nuestro pies y el suelo, vamos a eliminarlas aunque sea por un momento, y os propongo mantener una actitud de escucha.
Como profesional de la psicología, me gustaría daros una serie de pautas pertenecientes a la técnica Grounding para mejorar vuestro nivel de bienestar, combatir el estrés, la ansiedad, superar recuerdos traumáticos, o mejorar la relajación:
1. Sal a pasear descalz@ por la playa, por el césped, por el río, en una pradera. Concéntrate en tus pasos, el ritmo, la pisada, los músculos que están actuando.
2. También puedes tumbarte durante unos minutos y sentir el contacto del cuerpo sobre el suelo, y repasar mentalmente todas las partes del cuerpo acompañándote de una respiración relajada.
3. Escucha lo que sucede a tu alrededor, detecta todos los sonidos que ocurren a la vez.
4. Intenta activar los 5 sentidos, y repasa uno a uno cada uno de ellos.
5. Respira profundamente y siente cómo se mueve tu cuerpo en cada respiración.
6. Escucha tu mente, cierra los ojos, siente todo el peso de tu cuerpo, el apoyo con el suelo, repasa tus sentidos, y siente tu respiración y observa lo que hay en tu mente, intenta no pensar, sólo sentir.
7. Disfruta de momentos así, son experiencias sensoriales que nos conectan con el mundo y nos proporcionan bienestar.
¡Espero que te haya gustado y que lo pongas en práctica!
Un saludo,
Sara Navarrete
Psicóloga
Algunas fuentes consultadas:
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