Os doy varios consejos de ayuda psicológica para las familias de la Dana.
Hola a tod@s, soy Sara Navarrete, directora de los Centros de Psicología Clínica y de la Salud de Valencia y Barcelona, y hoy quiero destinar este artículo en especial a las familias afectadas por la Dana de Valencia y a todas aquellas que durante las últimas semanas están sufriendo las consecuencias de las sucesivas Danas que se han producido en España.
Me gustaría que este artículo os pueda servir para ayudaros psicológicamente a afrontar la situación, a superarla y a mirar hacia delante con ilusión y motivación, dándoos varias claves y consejos.
Llevamos varias semanas escuchando testimonios muy tristes, estamos ante una catástrofe que nos ha devastado en todos los sentidos. Me gustaría ayudar a que las familias se recompongan, que piensen en hacerse fuertes frente a la adversidad, y que se apoyen en sus seres queridos y en todas las personas que estamos a su alrededor arropándolas y dándoles mucha fuerza para que recuperen, y se planteen su vida a mejor lo antes posible.
Las secuelas psicológicas que pueden darse en esta situación son muchas y variadas, y muchas personas están al borde del colapso, por ello, también me gustaría decir lo importante que es dar apoyo desde fuera, ya sea a nivel de voluntariado, económico, pero sobre todo, moral. No dudes en pedir ayuda psicológica.
Después del desastre, después de encargarse de las necesidades básicas, después de enfrentarse a situaciones que nunca hubieran imaginado, después de vivir escenas difíciles de asumir ¿qué debemos hacer? ¿Cómo nos planteamos nuestra vida? ¿Cómo superamos ciertas vivencias? Aquí os he querido transmitir algunas claves y consejos prácticos que os ayuden a superar esta situación, especialmente si sois familias con niños y adolescentes.
LAS EMOCIONES
La Dana no sólo ha arrasado todo lo que encuentra a su paso; también arrastra emociones, sueños y estabilidad. Es común sentir una montaña rusa de emociones: shock, incredulidad, rabia, tristeza y, a veces, hasta culpa por no haber podido hacer más. Todas estas emociones pueden aparecer semanas o meses después, a medida que empiezas a procesar todo lo que pasó.
Me gustaría comentarte que por mi experiencia, pienso que en los niños y adolescentes, estas heridas emocionales pueden mostrarse de maneras muy distintas. Los más pequeños suelen manifestar miedo o ansiedad (por ejemplo, tienen miedo de que vuelva a llover fuerte), mientras que los adolescentes pueden volverse más irritables, retraídos o incluso mostrar actitudes desafiantes. No te alarmes si notas esto: es su forma de responder a una experiencia que no entienden del todo.
PROBLEMAS EN NIÑOS Y ADOLESCENTES
Cada niño es un mundo, pero hay algunos patrones comunes. Los niños pequeños tienden a buscar seguridad en sus figuras de apego: mamá, papá, abuelos. Es probable que los veas más pegados a ti, que tengan regresiones (como volver a hacerse pis en la cama) o que estén más sensibles de lo normal. Están intentando procesar el trauma como mejor pueden.
En los adolescentes, la cosa puede ser más complicada. La adolescencia ya es un torbellino emocional de por sí, y una experiencia traumática como una riada puede intensificar esa tormenta. Tal vez te digan que están bien cuando claramente no lo están. Tal vez se sientan frustrados por haber perdido su cuarto, sus cosas personales, su privacidad, no poder hacer sus rutinas con sus amigos, etc. O tal vez sientan una mezcla de rabia e impotencia porque no pueden ayudar a reparar la situación como quisieran. Su mundo ya está cambiando constantemente.
COMO AFECTA A LOS ADULTOS Y QUE SE ESPERA DE NOSOTROS
En la clínica vemos casos en los que antes grandes adversidades, nosotros, los adultos, solemos ser los que tenemos que “mantener la calma”, pero ¿quién nos cuida a nosotros? Es normal sentirse abrumado, cansado y hasta un poco perdido. Perder una casa o un negocio es perder un símbolo de estabilidad, y eso a nivel psicológico, puede llevar a estrés postraumático, ansiedad o depresión. Además, sentimos el peso de ser los pilares emocionales de la familia. Queremos ser fuertes por nuestros hijos, pero a veces nos sentimos como un castillo de naipes que puede caerse en cualquier momento.
CONSEJOS PARA SUPERAR LA SITUACIÓN EN FAMILIA
El impacto emocional de la Dana puede ser devastador, pero no es imposible salir adelante. Aquí os doy algunas claves para superar la situación desde el punto de vista de la psicología:
1. HABLAR MUCHO DE LO QUE HA PASADO
La comunicación es clave. Pregunta a tus hijos cómo se sienten y escucha sin juzgar. Los niños necesitan sentir que tienen permiso para estar tristes, enfadados o asustados. Usa palabras simples y explícales que está bien llorar o sentir miedo. Por ejemplo: “Sé que estás triste porque perdimos nuestra casa, yo también lo estoy. Pero vamos a salir de esto juntos”.
Con los adolescentes, puede que tengas que hacer un poco más de esfuerzo. A veces necesitan espacio antes de abrirse, pero que sepan que siempre estás ahí para escucharlos. Cuando te busquen para hablar, escúchalos en ese mismo momento, no esperes a que surja otro momento mejor.
Tú también, habla de lo sucedido con tus seres queridos, con amigos, familiares, en todas las ocasiones que tengas, habla, libera todo tu sufrimiento, es muy muy necesario, para ti y para las personas que te rodean, y para establecer un sentimiento de comunidad sanador.
2. VUELVE A LAS RUTINAS EN LA MEDIDA DE LO POSIBLE
Desde mi punto de vista, las rutinas os van a ir muy bien. Ayudan a que los niños sientan que, a pesar del caos, hay cosas que permanecen estables. Puede ser algo tan simple como mantener horarios regulares para las comidas o crear un pequeño ritual antes de dormir, como leer un cuento o darles un abrazo especial. Que vuelvan a sus actividades extraescolares si puede ser, y si no, apúntalos a otras cosas, busca talleres, sal con ellos a la playa o a pasear.
Para los adolescentes, ayuda mucho involucrarlos en actividades que les den un sentido de normalidad o propósito, como ayudar a limpiar, reorganizar o planear cómo decorar un nuevo espacio. Que se sientan integrados y útiles en esta situación tan difícil.
3. NORMALIZAR Y DAR VALOR A LO QUE SENTIMOS
Es fácil caer en el “no pasa nada” o “todo va a estar bien”, pero estas frases pueden hacer que los niños sientan que sus emociones no son válidas. En vez de eso, intenta validar lo que sienten. Si tu hijo dice: “Extraño mi habitación”, responde algo como: “Es normal extrañarla. Era un lugar especial para ti. Pero vamos a crear otro espacio bonito juntos”.
4. BUSCAR AYUDA PSICOLÓGICA
No tengas miedo en buscar ayuda psicológica. Los psicólogos estamos para acompañarte en estos momentos. Si notas que tú o tus hijos tienen pesadillas recurrentes, miedo extremo, cambios drásticos en el comportamiento o que simplemente no logran adaptarse después de un tiempo, es buena idea consultar a un profesional. A veces, solo necesitamos una guía para volver al camino.
5. FOMENTAR LA RESILENCIA
La resiliencia no es algo con lo que se nace, es algo que se aprende. Enséñales a tus hijos que, aunque la vida a veces nos golpea fuerte, siempre podemos levantarnos. Involúcralos en actividades donde puedan ser parte de la reconstrucción: elegir nuevos muebles, pintar paredes o incluso planear cómo será su nuevo cuarto. Estas pequeñas cosas les dan un sentido de control y esperanza.
6. TU TIENES QUE CUIDARTE MUCHO: VENTILACIÓN EMOCIONAL
Esto es crucial. No puedes llenar el vaso de los demás si el tuyo está vacío. Busca momentos para ti: sal a caminar, habla con amigas y amigos, escribe en un diario o simplemente tómate un respiro cuando lo necesites. Tienes que concederte unas pausas emocionales para seguir adelante. Déjate ayudar por tu familia, y amigos, también recurre a ellos para tener tiempo para ti. Lo necesitas.
Como psicóloga te puedo decir que salir adelante después de esta tragedia no va a ser rápido ni fácil. Habrá días buenos y días malos, y es normal sentirte frustrado o cansado. Pero poco a poco, con amor, paciencia y apoyo, las cosas se van reconstruyendo, no sólo en lo material, sino también en lo emocional. Si necesitáis ayuda psicológica, no dudéis en pedirla, os ayudará mucho.
Os mando mucha fuerza y ánimo, un abrazo muy fuerte a todas las personas afectadas.
Puedes ver más consejos en nuestro Instagram, y en el canal de Youtube de la Cínica, espero que te pueda ayudar.
Si necesitas una psicóloga en Valencia o Barcelona, por favor, contacta conmigo directamente en el 636162020.
Un saludo,
Sara Navarrete
Psicóloga
Teléfono: 636 162 020
info@snpsicologovalencia.es
Sara Navarrete es la Directora del Centro de Psicología Clínica y de la Salud de Valencia y de Barcelona, es Licenciada en Psicología por la Universidad de Valencia (2009) y Psicóloga experta en Autoestima, Dependencia Emocional y Terapia de Pareja.
Paralelamente a su formación en el área de la Dependencia Emocional, Autoestima y Terapia de Pareja ha cursado estudios de Máster en Psicología Clínica (Instituto Superior de Estudios Psicológicos de Valencia), Máster en Psicología Cognitivo Conductual (Instituto Superior de Estudios Psicológicos de Valencia), Máster Universitario en Psicología General Sanitaria (Universidad Católica de Valencia) y Postgrado en Neuropsicología Clínica.
Con una experiencia de más de 10 años, cuenta con un amplio número de sesiones de terapia realizadas hasta la fecha; por ello es consciente de lo complicado que te puede resultar tomar la decisión de pedir ayuda en momentos difíciles, y la de decidir cuál es el profesional más adecuado y más competente para ti. Su objetivo es ayudarte a alcanzar el bienestar y tus objetivos personales.
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