Hoy quiero hablaros de uno de los temas más importantes y difíciles que trato en mi consulta, no es otro que el de la infidelidad en la pareja. Es importante porque muchos de mis pacientes acuden a nuestra clínica soportando desde hace muchas semanas, incluso meses, el peso de una infidelidad sin poder avanzar hacia un sentido u otro, sin poder perdonar, sin poder superar, sin poder romper la relación, etc.
Es un tema que afecta a muchas de las parejas que finalmente deciden acudir a un especialista, y una vez dan el paso, y después de una adecuada terapia, pueden avanzar en su vida, ya sea juntos, o por separado. Una de las cuestiones que más daño nos hace a los seres humanos es la incertidumbre, y otra es el engaño, o la mentira por parte de nuestros seres queridos. En la infidelidad, se dan ambos aspectos, por lo que afrontar la infidelidad se convierte en uno de los procesos más traumáticos y dolorosos por el que pasa una pareja.
Además de ser uno de los temas más importantes que trato en mi consulta, os comentaba que también es uno de los más difíciles, porque no sólo depende de aplicar la terapia correcta de la manera correcta y con los plazos correctos, sino que en gran medida, además de todo ello, hay una parte que es muy personal, que depende de cada miembro de la pareja, y que desde fuera, yo como profesional no puedo influenciar, sino que mi trabajo consiste en guiar a la persona a encontrar su propia verdad y sus propias respuestas. Existen muchos factores que influyen en nuestra manera de entender las relaciones de pareja, y mientras ambos miembros estén de acuerdo, todas las opciones son respetables. Puede depender del país donde vivimos, o del que procedemos, del modelo de familia que hemos tenido, de los ejemplos que nos ha brindado la vida, de nuestras experiencias desde la infancia hasta nuestros días, etc.
Ultimamente, en mi consulta de psicología, he atendido varios casos de inseguridad a la hora de plantear una convivencia en pareja, y por ello, hoy he considerado interesante hablaros sobre esta temática. Quizás estés pasando por este momento de tu vida y una ayuda externa te venga bien para ordenar tus ideas y encontrar las respuestas que necesitas.
En primer lugar, me gustaría explicar que podemos enfocar esta pregunta inicial desde al menos tres puntos de vista.
Por un lado, es posible que después de un largo noviazgo viviendo separados, te asalten las dudas de si estás preparado para convivir con tu pareja, ya que es posible que en un primer momento te dé algo de vértigo, ya que se trata de una etapa nueva para ti.
En segundo lugar, es posible que también te surjan dudas después de haber convivido durante un largo tiempo con tu pareja de forma insatisfactoria, y después de esta experiencia, tengas miedo a afrontar de nuevo una nueva convivencia.
Y en tercer lugar, también pueden asaltarte las dudas en caso de que lleves mucho tiempo viviendo tú sol@, y el hecho de tener que cambiar de hábitos te cree un conflicto interior.
Desde hace varios años vengo atendiendo en mi consulta a niños y adolescentes que han sido víctimas de acoso escolar. Algo que me hace reflexionar y lo que hoy quiero hablaros. El acoso escolar o bullying se define como cualquier tipo de agresión tanto física como psicológica que se da de forma constante en el ámbito del colegio o instituto. No entrarían dentro de esta definición las agresiones puntuales que pueden darse entre niños o adolescentes, y que no tienen una continuidad en el tiempo. A esto último, lo llamaríamos agresión.
Una de las características más significativas del bullying es que la víctima sufre de manera continua un desgaste físico o/y psicológico que va en aumento de forma progresiva, y que puede desencadenar en hechos traumáticos e irrevocables.
¿Quienes son carne de cañón para el bullying?
Por la experiencia que he desarrollado en mi clínica, y bajo la observación de los numerosos casos que se dan en concreto en nuestro país, hay ciertos modelos de comportamiento que se repiten, tanto en las víctimas, como en los acosadores, aunque ningún niño está a salvo totalmente de sufrir acoso escolar. Puede ocurrir que el hecho de destacar frente a la mayoría, suponga un motivo para sufrir bullying. Parece como si nuestra sociedad no fuera lo suficientemente tolerante como para aceptar la diferencia, y creo que es una de las cuestiones más importantes que debemos aprender para convivir en libertad y respecto en una sociedad.
Aquello que se sale de lo “normal” muchas veces nos da miedo, nos asusta, nos da envidia, por lo que intentamos alejarlo de nosotros, y puede que este tipo de comportamiento social y aceptado esté influenciando a nuestros hijos a la hora de respetar o no a los demás.
Muchas veces mientras estoy redactando un artículo, tomo notas de temáticas que van apareciendo conforme voy escribiendo para vosotros. En multitud de ocasiones las temáticas están entrelazadas y se nutren unas de otras, haciendo que enlace cuestiones que resultan muy interesantes y sobre las que tengo la necesidad de profundizar.
Es el caso de este artículo que comparto con vosotr@s hoy. En el pasado artículo sobre “No soy feliz y lo tengo todo”, se plantean una serie de aspectos como posibles causantes de la falta de felicidad en personas que en principio lo tienen todo para ser felices, pero se encuentran vacías.
Algunos de estos aspectos, tal y cómo reflejé en el artículo anterior, eran a rasgos generales, el negativismo o falta de optimismo, el no esforzarse por salir de la zona de confort, la falta de decisión de uno mism@, el no ser capaz de superar los prejuicios, entre otros, y por último, uno de los aspectos que más me interesa desarrollar y exponeros, es el hecho de vivir en disonancia a tus propios valores.
Ya sea “por miedo, por pereza, por comodidad, por falta de autoestima, a veces no actuamos conforme a nuestros valores, no dejes que eso ocurra, ¡no vendas tu alma!” rezaba el artículo previo.
Ante las mismas circunstancias de nuestra vida podemos reaccionar con optimismo o con negativismo. Depende de nosotros. Hay una serie de cuestiones de nuestra vida que nos vienen dadas, o nos suceden sin buscarlas nosotros. No podemos intervenir para que sucedan o no, pero lo que sí que podemos hacer es actuar, asimilarlas y plantarles cara desde una visión optimista.
Por mi experiencia como psicóloga, me he enfrentado a muchos casos de personas que en principio lo tenían todo para ser felices, pero se encontraban vacías. A veces pasamos por momentos de nuestra vida en los que por cuestiones de trabajo, de estrés, de metabolismo, un clima adverso, que son hechos puntuales y sin gravedad que nos ocurren, podemos experimentar lo que se conoce como “una mala racha anímica”.
Es importante poder detectar si estamos ante un bajón anímico leve, fácilmente recuperable, o nos encontramos ante un estado de ánimo que llevamos arrastrando desde hace mucho tiempo y quizás no sabemos determinar cuándo empezó y a qué puede ser debido.
También he comprobado que a veces, es una cuestión de personalidad, y no es que la persona sea de una forma y a partir de un momento dado cambiase y entrara en un período anímico bajo. En estos casos, yo creo que es cuando más difícil se hace cambiar de actitud, porque tenemos que trabajar mejorando el propio carácter de la persona, que a veces resulta muy trabajoso y supone un esfuerzo grande.
Utilizamos tecnologías como las cookies para almacenar y/o acceder a la información del dispositivo. Lo hacemos para mejorar la experiencia de navegación y para mostrar anuncios (no) personalizados. El consentimiento a estas tecnologías nos permitirá procesar datos como el comportamiento de navegación o los ID's únicos en este sitio. No consentir o retirar el consentimiento, puede afectar negativamente a ciertas características y funciones.
Funcional
Siempre activo
El almacenamiento o acceso técnico es estrictamente necesario para el propósito legítimo de permitir el uso de un servicio específico explícitamente solicitado por el abonado o usuario, o con el único propósito de llevar a cabo la transmisión de una comunicación a través de una red de comunicaciones electrónicas.
Preferencias
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para la finalidad legítima de almacenar preferencias no solicitadas por el abonado o usuario.
Estadísticas
El almacenamiento o acceso técnico que es utilizado exclusivamente con fines estadísticos.El almacenamiento o acceso técnico que se utiliza exclusivamente con fines estadísticos anónimos. Sin un requerimiento, el cumplimiento voluntario por parte de tu proveedor de servicios de Internet, o los registros adicionales de un tercero, la información almacenada o recuperada sólo para este propósito no se puede utilizar para identificarte.
Marketing
El almacenamiento o acceso técnico es necesario para crear perfiles de usuario para enviar publicidad, o para rastrear al usuario en una web o en varias web con fines de marketing similares.