Hoy en día hay algunas de personas que tienen una gran dificultad para ingerir alimentos sólidos y en algunos casos, hasta líquidos. Una amplia parte de estas personas tienen la explicación en daños físicos o somáticos, pero otras personas encuentran la causa de este problema en factores psicológicos. A este trastorno psicológico lo denominamos fagofobia; que se define como la fobia o el miedo irracional a tragar o a atragantarse.

 

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¿Qué síntomas experimentan las personas que padecen fagofobia?

1) Los síntomas más observables e intensos son los físicos; que aparecen en los momentos en los que se van a ingerir alimentos y se va a poner de manifiesto la problemática. Estos momentos vienen acompañados de ansiedad; en algunos casos, con verdaderos ataques propios de un trastorno de ansiedad puro.
Las sensaciones corporales más frecuentes en este trastorno son la sensación de ahogo, los mareos y el incremento de la tasa cardíaca; experimentando la persona afectada dificultades reales para respirar.

2) A su vez, este trastorno presenta importantes síntomas cognitivos que se detectan en los pensamientos irracionales que posee la persona sobre el acto de ingerir alimentos. Frases como “me voy a atragantar” o “se me va a ir por el otro lado” forman parte del día a día de estas personas.

3) Esto último afecta en que la persona adopte mecanismos de seguridad para tratar de controlar el proceso de comer. Así pues, a menudo se centran en masticar la comida un alto número de veces antes de tragarla. Estos mecanismos, a corto plazo, pueden atenuar los síntomas ansiosos, pero hacen que se refuerce y se mantenga el problema.