A menudo acuden a mi consulta parejas que necesitan ayuda para superar etapas de crisis, y que además están preocupadas por cómo sus hijos están haciendo frente a la situación.

En la mayoría de los casos, cuando hay hijos, los padres y las madres actuamos teniendo en cuenta el bienestar del menor por encima de todas las cosas, pero también hay que considerar que muchas veces resulta difícil mantener esa premisa cuando hay tantos sentimientos de por medio, sufrimiento y dolor.

Hay que tener en cuenta que los niños no sólo se sienten afectados a partir del momento de la separación, sino desde el momento en el que empiezan a aparecer los primeros conflictos entre la pareja. Saber manejar la situación desde el respeto hacia la otra persona,y siendo conscientes de la presencia de los hijos, va a ayudarles a asimilar la situación y a poder superar una ruptura de sus padres si es que finalmente se produce.