Para ser una persona exitosa no hace falta ser adicta al trabajo
En alguno de los últimos artículos vengo hablándoos de cómo conseguir nuestros objetivos, del esfuerzo, del hábito y de otros conceptos que a modo de consejos nos pueden ayudar a alcanzar nuestras metas. Hoy os quiero hablar concretamente del plano profesional porque a muchos de vosotros os interesa saber cómo progresar profesionalmente. Una de las cuestiones que preocupan a muchos de mis pacientes es el hecho de la realización en su trabajo, en definitiva, el sentirse útil profesionalmente, realizado, y motivado. Muchas personas sufren en el plano laboral porque no encuentran su lugar, o realizan tareas que no disfrutan, de manera que no llegan a alcanzar un estado de bienestar profesional.
La sociedad no nos termina de transmitir la idea de esfuerzo, de dedicación que todo trabajo necesita, sino todo lo contrario. Me refiero a que realmente vivimos en una sociedad en la que muchas cosas las vivimos de manera muy fugaz, muy superficial, en la que en muchas ocasiones vemos el éxito de las personas que tenemos alrededor pero nos cuesta mucho ver el esfuerzo que hay detrás, de hecho, en la mayoría de los casos, no vemos ese esfuerzo que todo éxito conlleva porque nos quedamos sólo con lo bonito, con lo envidiable, pero todo el trabajo y dedicación tendemos a obviarlo porque supone para nosotros una realidad que no queremos afrontar.
Afrontar el esfuerzo es duro. Para poder avanzar a nivel profesional hace falta esforzarse y eso es algo que normalmente nos cuesta porque supone salir de nuestro estado de confort, tener que pensar más, trabajar más horas, renunciar a ciertas cosas, implicarnos más, etc. Pero por otro lado, no hay que obsesionarse ni pensar que sólo siendo un adicto al trabajo vamos a llegar a ser una persona con éxito profesional. Para nada. Muchas veces, incluso es contraproducente. Está claro que vamos a tener que esforzarnos porque es la única manera de progresar y tenemos que concienciarnos de que sólo a través del esfuerzo, el hábito y la constancia conseguiremos nuestras metas, pero no tenemos que descuidar el resto de facetas de nuestra vida, ni convertirnos en personas obsesionadas con el triunfo, éxito y el dinero.
Algo realmente importante que os quiero decir es que normalmente las personas que han tenido éxito profesional son personas que también han tenido muchos fracasos, pero no se han hundido por ello, al contrario, han aprendido de sus errores, de sus fracasos, han seguido avanzando en su camino. Han sabido gestionar de forma correcta sus fracasos para que lejos de ser motivo de abandono, sean motivo de conocimiento y perfeccionamiento que los lleva a ir más lejos todavía.
La correcta interpretación del fracaso es pensar en que voy a aprender de los errores, y además voy a seguir luchando, voy a seguir levantándome, voy a seguir yendo a por todas.
Otra de las cuestiones que nos va a ayudar a progresar laboralmente es nuestra propia motivación. Está claro que como ya os he comentado otras veces, todos los días no vamos a estar ultra motivados, habrá días que estemos muy motivados, y otros días que no tengamos ganas de hacer nada, y eso es completamente normal y también debemos asumirlo. Pero lo que sí que tenemos que tener claro desde el principio es que nuestros objetivos nos tienen que gustar, nos tienen que apasionar, tenemos que buscar un camino que nos guste de verdad, que lo pensemos y digamos “esto es lo que quiero hacer” o “ esto es lo que quiero ser”. Y desde luego que a pesar de esta fuerte motivación, pasaremos días, etapas mejores y peores que tendremos que superar gracias a nuestro hábito y esfuerzo, pero nuestra base, el fondo de la cuestión, la base de nuestros sueños ha de ser siempre motivante.
Hay tres factores que me gusta aplicar al emprendimiento, al progreso profesional y en muchas ocasiones, a la vida misma, que son la creatividad, el pensamiento y la habilidad. Si desarrollamos estos tres factores a través del hábito y el esfuerzo, poquito a poquito iremos dando pasitos hacia donde queremos ir. No tenemos que agobiarnos por ver de repente una montaña enorme delante de nosotros, sino que tenemos que ir pensando en las etapas, en ir haciendo una tras otra hasta que llegamos lo más lejos posible.
Si ya estás en el camino hacia tus objetivos y te da miedo obsesionarte con tu trabajo, te voy a dar varios consejos para no convertirte en una persona adicta al trabajo:
-No descuides tu círculo de amistades, tu familia, tu pareja, etc. Tu vida social, tu vida privada es igual o más importante que tu tarea profesional. Ambas deben estar equilibradas para que puedan funcionar correctamente.
–Si tienes síntomas de agotamiento, estrés, insomnio, irritabilidad, etc., plantéate tomarte un pequeño descanso para desconectar. También puedes hacer terapia, yoga, relajación, deporte, etc.
–Aprovecha el tiempo libre con cosas que también te motiven mucho para poder disfrutar al máximo y recargar energías.
–Márcate objetivos y plazos realistas para poder ir cumpliendo etapas y no desesperar.
–Valora lo que tienes y mira a través de una óptica optimista.
Espero que te haya ayudado, y si tienes alguna pregunta, no dudes en consultarme.
Puedes consultar mi vídeo:
CÓMO CONSEGUIR TUS OBJETIVOS
Un saludo,
Sara Navarrete
Psicóloga
Algunas fuentes consultadas:
http://elempresario.mx/management-mrkt/que-ser-workaholic-no-conduce-al-exito-laboral
https://www.emprendedores.es/gestion/a78365/adictos-al-trabajo-tratamiento/
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