Es posible que usted no haya escuchado el nuevo tema que han firmado la cantante Shakira y el productor y Dj Bizarrap. Se publicó ayer, se llama ‘Music Sessions, Vol. 53’, y desde que se ha conocido la letra, no se habla de otra cosa. Si vivía ajeno a esta canción, raro será que pase este día sin que nadie le ponga al corriente (por ejemplo, nosotros mismos). No en vano, el tema ha acumulado en unas horas más de 24 millones de reproducciones.
En ella, Shakira suelta perlas de alto voltaje según el termómetro del rencor, si es que tal cosa existe. Todos han visto en sus palabras clarísimas referencias a su ex Gerard Piqué y a su nueva pareja, Clara Chía. Aquí algunos ejemplos puestos negro sobre blanco, además del videoclip, por si usted quiere ya entregarse por completo a este culebrón:
- «Una loba como yo no está pa’ tipos como tú!«
- «Perdón, ya cogí otro avión, aquí no vuelvo no quiero otra decepción. Tanto que te las das de campeón y cuando te necesitaba diste tu peor versión.»
- «A ti te quedé grande. Por eso estás con una igualita que tú. Oh-oh, oh-oh. Esto es pa’ que te mortifique, mastique y trague, trague y mastique'».
- «Yo contigo ya no regreso, ni aunque me llores, ni me supliques».
- «Del amor al odio hay un paso. Por acá no vuelva’, hazme caso. Cero rencor, bebé, yo te deseo que te vaya bien con mi supuesto reemplazo».
Aceptar la situación, perdonar y dejar ir
Independientemente del lío que se ha formado y de las muestras de apoyo de unos, y del rechazo de otros a la canción y a sus mensajes, ¿es una buena manera de gestionar una ruptura cuando hay, además, hijos de por medio? Preguntamos a los expertos.
Sara Navarrete es psicóloga especializada en autoestima y relaciones de pareja, además de directora del Centro de Psicología Clínica y de la Salud de Valencia. En su opinión, cuando alguien quiere transmitir algo a su ex pero la relación no se presta o el otro, directamente, no lo quiere recibir, en vez de lanzar mensajes a través de terceros o hacerlo mediante una canción, se puede recurrir a las llamadas técnicas de visualización e imaginación.
«Puedes escribir una carta que nunca le llegará o a través de ‘la silla vacía’, es decir, imaginas que le tienes en frente y le dices lo que quieres. Incluso gritando«, explica Navarrete. «Aunque no sea real, al cerebro le sirve para descargar y se consigue la ventilación emocional que necesitas», cuenta, aunque aclara que es recomendable hacerlo acompañado de un profesional. «Si se queda algo sin expresar, solo generará frustración», añade.
No obstante, ¿es esta canción el fruto de la ira de una mujer despechada? ¿Un arrebato? No parece. «Cuando alguien sigue un impulso, lo pone en sus redes sociales, por ejemplo, pero un tema musical exige mucha preparación y creo que es algo que ella ha decidido hacer conscientemente», opina Navarrete.
Para gestionar esas emociones y no hacernos daño ante una separación como la que ha podido darse entre Shakira y Piqué, la psicóloga propone un primer paso decisivo: «Hay que tomar conciencia de que o gestionas esa ira o ese rencor o te harán daño. Al otro no le afecta». Y más: «Para cuidar nuestra salud mental, lo primero es aceptar radicalmente la situación, perdonar y dejar ir. Solo así dejaremos de sentirnos víctimas y salir más fuertes», sentencia.
Cuando hay niños de por medio
Si usted le suelta un par de frescas a su ex en el pasillo de su casa y lo oyen sus hijos, malo. Pero ¿y si esas ‘cuatro cosas’ se las canta a él y, de paso, a millones de personas? El asunto se complica, porque los niños se ven empujados a posicionarse en favor de uno o de otro.
Marta Guerra, es psicóloga general sanitaria especializada en niños y adolescentes en el Instituto Cláritas. «No hablar mal de tu ex es un básico en cualquier separación. Fuerzas a los niños a crear alianzas con uno de los progenitores y, puesto que somos su figura de referencia, les hacemos daño. El mensaje que les llega es ‘qué malo es mi padre o mi madre y qué mala es su nueva pareja'», explica.
En este caso, existe el ‘agravante celebrity’: «Tanto Shakira como Piqué son famosos. A sus hijos estos mensajes les van a llegar sí o sí, y no de la mejor manera posible», añade Guerra.
En alusión a parte de la letra de la canción (Yo valgo por dos de 22. Cambiaste un Ferrari por un Twingo. Cambiaste un Rolex por un Casio), la psicóloga, concluye con una recomendación: «Es necesario cuidar el lenguaje que usamos, por el otro y por nosotros mismos, para ser autocompasivos y cuidarnos. ¿Cómo nos vamos a sentir si expresamos que nos han cambiado por algo peor?».
Fuente: https://www.elmundo.es/yodona/lifestyle/2023/01/12/63bff20ffc6c83817e8b457c.html
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