¿Paso demasiado tiempo de cara a una pantalla? ¿Puedo llegar a sufrir adicción?
Es difícil de explicar pero nadie puede negar que las pantallas, ya sean de televisión, de móvil, de tablet, de consola, de ordenador, etc., generan en nosotros una increíble atracción de la cual muchas veces es difícil escapar. Las pantallas transmiten un magnetismo grandioso, por su luz, su movimientos, colores, mensajes, formas, etc. Además de que a través de ellas accedemos a un mundo paralelo donde poder ver, escuchar, pensar otras realidades o desarrollar otras habilidades.
En los últimos años, venimos acercándonos cada vez más y más a ellas, haciendo que las pantallas sean parte de nuestra rutina diaria, cada vez con mayor protagonismo, y todo ello a un ritmo vertiginoso. Aprendemos a diario a convivir con ellas. Sin embargo, no está de más reflexionar acerca de esta convivencia, tanto en el caso de las personas adultas, como en el caso de adolescentes y niños.
Hace 20 años, apenas comenzamos a tener nuestros primeros ordenadores en casa, y ahora, no nos separamos de nuestro teléfono móvil.
Sí que es cierto que la televisión ya lleva mucho tiempo en nuestras casas, que su evolución ha sido progresiva y que tanto la televisión como nosotros hemos ido adaptándonos poco a poco a ella. Desde la televisión en blanco y negro, y canal único, a la televisión en color, varias cadenas, y actualmente, a un gran número de canales, televisión digital y acceso a cientos de canales de todo el mundo.
La televisión se ha instaurado en nuestras vidas de manera progresiva y ha ido adaptando sus contenidos a nuestro modo vida y evolución como sociedad. Hemos tenido tiempo de poco a poco asimilar esta tecnología en nuestras casas. El ordenador también hace varios años que es algo usual en nuestra vida, aunque ha evolucionado de forma más rápida que la televisión, ya es parte sobre todo de nuestro trabajo. Sin embargo, lo que viene ocurriendo con los teléfonos móviles y el acceso a internet y redes sociales, es vertiginoso ya que se ha desarrollado de manera tan veloz que es difícil de asimilar y de adaptarnos correctamente a este cambio tan abrupto.
En líneas generales, podemos decir que hace 20 años, tan sólo veíamos la pantalla de la televisión, y la veíamos pocas horas al día, mientras que actualmente, hay personas que pasan más del 70% de su día de cara a una pantalla: en el trabajo de cara al ordenador, consultando las redes sociales en el móvil, y en casa mirando la televisión, la tablet, la consola, etc.
¿Te has parado a pensar cuántas horas pasas delante de una pantalla? ¿Cómo cambia esto nuestro día a día y nuestra manera de relacionarnos con los demás?
Algunos estudios del Reino Unido concluyen que en el caso de los adolescentes, aquellos que están expuestos más horas a una pantalla, como televisión, móvil, consola u ordenador tienen un mayor riesgo de tener peor rendimiento escolar que aquellos que pasan menos tiempo delante de una pantalla. En los adultos, también puede ocurrir algo similar con el rendimiento en el trabajo, o incluso en el rendimiento en las cuestiones relacionadas con la familia, pudiendo descuidar las atenciones o necesidades que requiere en un momento dado una familia.
En nuestra clínica, estamos empezando a tratar temas relacionados con la adicción a las nuevas tecnologías, tanto en adolescentes como en adultos, y os puedo asegurar que es un tema muy serio, al que estamos expuestos la mayor parte de la sociedad actual.
No podemos pensar que a nosotros no nos va a ocurrir, que nosotros controlamos, y que todo el mundo está en la misma situación y por ello le quitamos importancia. Lo que está ocurriendo ahora mismo en nuestra sociedad, requiere toda nuestra atención y prudencia para no convertirnos en una sociedad parcialmente enferma.
Estamos modificando nuestro hábitos de vida de manera muy rápida. Por ejemplo, ya no concebimos ir a ningún sitio sin nuestro teléfono móvil, y no tener conexión a internet. ¿Pero qué hacíamos cuando no teníamos teléfono? Parece ya impensable, dependemos en gran medida de ellos, y tenemos que saber desconectar cuando el momento lo requiere.
¿Cómo puedo saber si estoy en riesgo de adicción a las pantallas?
Algunos de los síntomas que nos pueden poner en alerta sobre nuestra propia adicción o la de alguno de nuestros amigos o familiares son los siguientes. Piensa acerca de ellos, y si tienes alguna duda, consúltame:
1. Aumento del sedentarismo, cansancio, pereza, falta de motivación por hacer cosas. Al estar más tiempo absorbido por una pantalla, tenemos menos ganas de hacer cosas en la vida real, nos da pereza tomar la iniciativa y esforzarnos, cuando mirar las pantallas o jugar a un videojuego supone algo fácil y placentero.
2. Aumento de peso. Puede aparecer obesidad, por consecuencia directa del punto 1, que se convierte en un pez que se muerde la cola.
3. Bajada del rendimiento escolar o laboral. En el caso de los móviles, al estar continuamente pendiente del teléfono, nuestra atención se dispersa, y el móvil supone una interrupción constante que nos impide concentrarnos en el trabajo o en el estudio. No nos deja profundizar en las cuestiones, nos limita nuestra capacidad de esfuerzo.
4. Aumento de la agresividad. Puede ocurrir en el caso de que la persona ya haya desarrollado la adicción. Aparece la cuestión del “mono” y por tanto de la agresividad cuando la persona no puede consultar su móvil o ver la televisión porque siente que está perdiendo el tiempo.
Si pasas muchas horas al día delante de una pantalla y sientes algunos de estos síntomas o ver que se manifiestan en las personas de tu entorno, no lo dudes, ponte en contacto con un profesional. En nuestra clínica podemos orientarte, puedes consultarnos sin compromiso, y evaluaremos tu situación o la de tus allegados.
Sara Navarrete
Psicóloga
Algunas fuentes consultadas:
https://www.psicologiaysaludsevilla.com/la-adiccion-a-la-television/
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