Cómo gestionar el estrés
Hace unos meses conocí a una mamá que se había separado, y que tenía un trabajo estresante. El estrés del trabajo junto con el estrés de ocuparse de su hogar sin ayuda, había podido con ella. Cuando un día se miró al espejo y se dio cuenta que había perdido cabello, se asustó, y entendió que no podía seguir así, que necesitaba bajar el ritmo. Para ayudar a que su cabello saliera de nuevo, acudió a un centro especializado, y para aprender a manejar el estrés, acudió a mí.
¿Porque el estrés es tan… «estresante»?
El estrés es una respuesta instintiva de nuestro organismo, que sirve para estar alerta en situaciones de peligro, haciendo que estemos vigilantes, impidiendo el sueño y la relajación. Es útil en determinados momentos de nuestra vida, en momentos puntuales de peligro, pero padecerlo de forma continuada hace mella en nosotros.
Me gusta poner el ejemplo de una hembra de ciervo que se ha puesto de parto y hay un lobo que le acecha. Su nivel de estrés aumenta, deja de segregar endorfinas, y su propio organismo paraliza el proceso del parto hasta que encuentra un momento y un lugar mejor. Este tipo de estrés puntual no conlleva mayores riesgos, sin embargo si nos exponemos a un estrés diario y continuo, aflora la irritabilidad, el insomnio, la caída del cabello, trastornos de alimentación, problemas en la piel, ansiedad, taquicardia, etc, etc, etc.
En la sociedad en la que vivimos, llena de aparatos y máquinas que nos facilitan la vida y nos permiten tener más tiempo para otras cosas, me da la sensación que muchas veces ese tiempo del que disponemos, lo queremos gastar también de forma rápida para que nos de más tiempo todavía para hacer más cosas. La hiperactividad nos está consumiendo. Hay personas que no consiguen relajarse o dedicar parte de su tiempo a descansar porque de forma inconsciente piensan que eso es una pérdida de tiempo, haciendo que el nivel de estrés vaya en aumento porque no dan tregua al cuerpo y a la mente.
¿Qué hay que hacer para gestionar el estrés?
-Seguro que hay una o varias preocupaciones que ocupan tu mente. Identifícalas para poder trabajar sobre ellas. ¿No tienes tiempo para tu familia? ¿En el trabajo te exigen demasiado? ¿Te sientes incomprendid@ por tu pareja? Podemos enumerarlas y ponerlas en orden de mayor a menor preocupación, y buscar soluciones para cada una de ellas.
–Relativiza. A veces nos preocupamos en exceso por cosas que no son trascendentales. En un momento dado nos pueden parecer cosas súper importantes, pero cuando nos alejamos un poco para tener una visión global, nos damos cuenta que quizás no son tan importantes.
–Piensa en disfrutar el momento. Una de las cuestiones que más estrés genera es marcarse objetivos diarios y no poder cumplirlos. A veces somos esclavos de nuestra agenda. ¡No dejes que esto suceda! Disfruta de lo que haces en cada momento, hazlo bien y, si no te da tiempo a hacer lo siguiente, lo dejas para mañana, ¡mañana no se acaba el mundo!
Si quieres que revisemos juntos todas estas cuestiones y hagamos un planning para gestionar tu estrés, no dudes con contactar conmigo.
Un saludo,
Sara Navarrete
Psicóloga
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