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¿Eres demasiado exigente contigo mism@?
¿Buscas siempre que las cosas y las situaciones sean perfectas? ¿Te molesta que los demás tengan defectos, y te frustras cuando no puedes cambiarlo?
Bueno, entonces te diría ¡Bienvenido al club de los muy exigentes! Siempre he dicho que ser exigente no tiene porqué ser un problema, al contrario, es una gran virtud. La exigencia con nosotros mismos nos ayuda a ser mejores personas, mejores profesionales, mejores padres, mejores hijos, etc., …pero siempre y cuando conozcamos nuestros límites y sepamos manejar nuestro nivel de exigencia con prudencia y siendo realista.
He tratado casos en los que la desmesurada exigencia con uno mismo y lo que es también muy complicado, con los demás, crea un gran problema no sólo con la persona y con su «yo interior», sino, con su entorno, ya sea su pareja, sus hijos, sus padres, sus amigos, etc.
Reflexiona un poco conmigo, y dime si te frustras cuando los demás no hacen las cosas como tú habías pensado, o cuando las acciones de los demás no salen como habías previsto y te afectan negativamente. Por ejemplo, imagínate, que tú eres muy puntual, y has quedado con tu pareja para ver un espectáculo de teatro que tienes muchísimas ganas de ver desde hace mucho tiempo, es la última función, tienes las entradas, estás esperando a tu pareja en la puerta del teatro y…no llega, no llega, no llega, y cuando finalmente llega, se ha cerrado la sala, y ya no se puede entrar…..¡ayyyy! en ese momento es normal que te enfades, que estalles, y que te frustres porque si no hubiera sido por tu pareja, tú hubieras entrado y ahora estarías viendo tu obra favorita….
Me siento vacío, 10 consejos para llegar a ser la persona que quieres ser.
¿Miras para atrás y te das cuenta de que los últimos años no has hecho realmente lo que querías? ¿Te sientes como que has perdido el tiempo? ¿Te gustaría llegar a hacer cosas chulas, pero te puede la pereza, el esfuerzo, el miedo, etc?
Parece un tópico, y algo que repetimos hasta la saciedad, pero es que es ¡¡¡verdad!!! “El que algo quiere, algo le cuesta”. Nuestra sociedad en la actualidad está viviendo cambios muy rápidos e importantes en la manera que tenemos de enfrentarnos a las decisiones y la vida en general. La era de la información, la inmediatez, produce cambios en nosotros, que yo misma he experimentado desde que era pequeña hasta ahora. O si nos remontamos a un siglo atrás, sin teléfonos, sin coches…, la concepción del tiempo, de la paciencia, del esfuerzo, era muy distinta a lo que es ahora. Estamos perdiendo paciencia, estamos perdiendo capacidad de esfuerzo, estamos perdiendo concentración.
Los mensajes, las llamadas, las redes sociales, el trabajo, los impuestos, los seguros, los coches, las casas…, a nuestro alrededor orbitan decenas de ideas, preocupaciones, ruido, interferencias, que nos alejan de la concentración que necesitamos para tomar las decisiones que realmente queremos. A veces elegimos lo fácil, lo cómodo, quedarnos mirando la tele, navegando por internet, o perdernos por Facebook, y demás, y dejamos para otro momento nuestros deseos más motivadores, que se apagan y se quedan latentes esperando a salir cuando tengan otra oportunidad. Algunos de mis pacientes, me comentan que se le pone un nudo en el estómago, porque quieren hacer cosas, pero que siempre acaban sin hacerlas, y eso les crea frustración e insatisfacción.
Voy a darte 10 consejos para que pongas en práctica y te ayuden a ser la persona que quieres ser.
Dar el cambio a tu vida
Retomando la temática del artículo anterior sobre “Cómo aumentar la confianza en uno mismo”, me surgen nuevas vías para profundizar sobre cómo desarrollar la confianza y sobre todo la pregunta clave sería ¿para qué? Realmente si reflexionamos acerca de para qué necesitamos desarrollar nuestra confianza es por una cuestión muy clara y sencilla: para cambiar cosas de nuestra vida que queremos mejorar. Ganar confianza en ti mism@ te abrirá puertas que antes no podías abrir y que después de un trabajo y esfuerzo por tu parte, podrás abrir, cruzar y adentrarte en tus sueños y deseos.
Gracias a mi profesión he podido ayudar a muchas personas a cumplir sus objetivos y expectativas, desde luego que no ha sido fácil pero con constancia, esfuerzo y motivación, y un buen profesional que te guíe, ¡todo es posible!
En el artículo anterior os daba varias pautas para comenzar a ganar confianza. No pierdas de vista esas pautas, que puedes revisar aquí: https://snpsicologovalencia.es/blog/superacion-personal/104-como-aumentar-la-confianza-en-uno-mismo.html, apúntalas, tenlas a mano, incluso puedes anotarlas en una pizarra que tengas en una parte visible de la casa, para tenerlas presentes en cualquier momento y para que te recuerden tu plan y objetivos.
Verbaliza tus objetivos
Recuerda que es muy importante haber reflexionado profundamente sobre tu decisión y tener presente que va a suponer un esfuerzo, para el que hay que estar bien preparado a nivel de motivación y constancia. Una de las cosas que más encarecidamente recomiendo a mis pacientes es que expresen sus objetivos. El hecho de exteriorizarlos comentándolos a tu familia, a tus amigos, pareja, etc., va a ayudarte mucho a dar el paso, y lo que es más importante, a continuar. Te explico porqué es tan importante:
Cuando cuentas a tus seres más allegados tus intenciones, en primer lugar, al verbalizarlas varias veces, se ordenan tus ideas, se clarifican.
También, te va a ayudar a creerte a ti mism@, por si acaso todavía tenías dudas. El hecho de intercambiar opiniones y consejos con tus seres queridos, te va a ayudar a matizar ideas, mejorarlas, en definitiva, tus amigos y familia te van a aportar nuevos conceptos adaptados a tu personalidad, porque ellos te conocen bien, y van a complementar tus ideas iniciales.
Cómo aumentar la confianza en uno mismo
Llevo varios días queriendo hablaros sobre este tema tan fascinante, como es la confianza en uno mismo. ¿De qué depende? ¿Es posible desarrollarla? ¿Cómo? ¿Qué tiene que ver nuestra educación, nuestra familia, nuestra vida, etc., en la confianza que poseemos? ¿Cuales son las claves para desarrollarla? ¿Y cómo la inculcamos en nuestros hijos?
Son muchas preguntas entorno a un mismo tema que me gustaría compartir con todos vosotros, ya que en mi consulta lo trato con mucha asiduidad. En un tema que nos preocupa en gran manera porque la falta de confianza, en definitiva lo que provoca es la creación de límites en todos los aspectos de nuestra vida, tanto en el plano emocional, en el profesional o en el desarrollo personal. Es uno de los temas más importantes y del que más consciencia hemos de tener para llevar una vida sana y equilibrada con nosotros mismos y con los que nos rodean.
Voy a empezar por el principio, cómo veis es un tema muy extenso y por ello voy a tratarlo en varios artículos conectados entre sí para que podáis entender mejor los conceptos de manera ordenada y útil para vosotros.
PARA CREER HAY QUE CONFIAR
Es una frase que a simple vista parece sencilla y lógica pero tiene un trasfondo muy profundo y de una veracidad aplastante. Nuestros deseos, nuestros sueños, nuestros objetivos en la vida, en definitiva, nuestra vida, dependen del nivel de confianza en uno mismo. Parece sencillo, pero si te paras a reflexionar durante un momento porqué decidiste estudiar una cosa u otra, porqué te quedaste en tu ciudad o te mudaste a otra, porqué trabajas aquí o allá, cómo vives tu vida actualmente, etc.
¿Cómo dejar de fumar? Técnicas que te ayudarán
En mi consulta tengo pacientes que fuman desde hace varios años y que han tomado la determinación de dejarlo. Yo les ayudo a través de las terapias que ponemos en práctica en cada sesión, y poco a poco van superando su adicción y van siendo dueños de sus propias voluntades.
Sí que me he dado cuenta que desde hace unos años a esta parte, después de toda una larga campaña para reducir el número de fumadores en nuestro país, de prohibir hacerlo en lugares públicos y establecimientos cerrados, parece que el tema de cómo dejar de fumar se haya quedado en una parte del pasado, en la que se hizo un gran esfuerzo de concienciación.
Hemos pasado en pocos años de aceptar el tabaco en todos sitios y verlo como algo normal, a que nos moleste en cualquier situación y a verlo como algo perjudicial para nosotros y para los demás. La concienciación ha dado sus frutos y se ha reducido notablemente el número de consumidores, pero todavía tenemos que hacer un gran esfuerzo para que el tabaco desaparezca de nuestras vidas y sobretodo de las de nuestros hijos y adolescentes.
Después de una ruptura de pareja ¿cuándo volveré a estar bien?
Hace unos meses escribí un artículo sobre cómo superar una ruptura de pareja, dándoos varias pautas para poner en práctica el tránsito y la superación de una ruptura de pareja. Ciertamente, después de una ruptura de pareja, debemos darnos un tiempo prudencial para poder superarla completamente, y poder pasar página.
Básicamente, después de una ruptura de pareja, se recomienda hacer hincapié en los aspectos positivos que la nueva etapa nos va a brindar y asumir que la ruptura ha sido por nuestro bien, ya que si algo no funciona, es mejor no seguir con ello. Es muy fácil decirlo, ya lo sé, pero tenemos que decírnoslo desde la razón, para poder consolar nuestros sentimientos y que poco a poco nos movamos hacia otros objetivos y horizontes.
Hoy quiero profundizar un poco más en la temática para poder ayudarte en caso de que estés pasando por esta situación. En primer lugar, vamos a estudiar los tipos de crisis que se dan en la pareja y que desembocan en una ruptura de pareja, dejando a un lado los casos extremos como los que provienen de violencia de género, etc. Hablamos de los casos más comunes dentro de nuestra sociedad. Algunos expertos clasifican las crisis de pareja principalmente en dos grandes grupos: las crisis evolutivas y las crisis estructurales.
Para qué sirven las emociones
En esta período de tiempo en el que nos ha tocado vivir, la razón parece que siempre ha de imponerse por encima de las emociones, controlarlas y no dejarlas expresar de forma libre y natural. Esto es patente en unas culturas más que en otras. Por ejemplo, en el caso de la cultura japonesa, las emociones están mucho más contenidas que en la cultura occidental, y en el lado opuesto encontramos algunas culturas latinoamericanas en las que las emociones ocupan un lugar menos controlado por la presencia de la razón.
Con esto, os quiero poner en situación ante la importancia que damos a las emociones, como la identificamos, como actuamos frente a ellas, y que nuestros actos, además de nuestra propia personalidad innata, vienen influenciados por la cultura a la que pertenecemos o de la que hemos bebido durante años.
Pero ¿porqué parece que se le da más importancia a la razón que a las emociones? o ¿porqué tenemos que elegir siempre entre un plano u otro? Muchos investigadores y pensadores, a lo largo del desarrollo de nuestra cultura occidental, han ignorado en gran medida el ámbito de las emociones para centrarse en el plano racional, e investigar sobre nuestro pensamiento cognitivo. En la era clásica, se entendían las emociones como pasiones, impulsos irracionales, que no podían más que ser controlados por la razón. Sin embargo, fue a partir del siglo XIX, cuando gracias a las teorías de la evolución de Darwin entre otros, se entendió claramente que las emociones estaban sujetas a mecanismos y procesos estudiables.
Estar con la pareja adecuada ¿Estoy con una persona que me trata bien y me siento feliz?
En algún momento de nuestra vida en pareja, seguro que nos hemos hecho la pregunta “¿Estoy con la pareja adecuada”?, incluso puede ocurrirte ahora mismo, y te cuestionas tu relación actual, porque tienes dudas o porque se plantea el hecho de dar un paso hacia delante y tienes que estar completamente seguro o segura de tus intenciones.
Normalmente esta pregunta aparece en etapas marcadas de la relación. Por ejemplo, aparece después de una larga convivencia, después de años de relación, cuando ha pasado el frenesí inicial propio del enamoramiento, y los sentimientos hacia la otra persona se transforman.
También puedes llegar a plantearte esta pregunta si tu pareja te pide casarte con ella, y necesitas un período de reflexión para asegurarte de lo que realmente quieres.
En otras ocasiones, cuestionar nuestra vida en pareja, surge después de hechos traumáticos, a veces recurrentes y en otras ocasiones puntuales, como puede ser el caso de la infidelidad. El tema de la infidelidad, lo traté en el último artículo, así que si te interesa, quizás puedes revisar también “Mi pareja me ha sido infiel, y ¿ahora qué?”, y te ayude a despejar algunas de tus dudas, o al menos ayudarte a reflexionar acerca de la temática.
Hay otros muchos desencadenantes que activan la pregunta “estoy con la pareja adecuada” por ejemplo, después de una discusión, o un período en el que hemos discutido con más asiduidad que de costumbre, después de períodos de estrés, en los que nuestra pareja o uno mismo quizás ha estado trabajando más horas de lo habitual no disponiendo de tanto tiempo para disfrutar en común o para comunicarse con fluidez, haciendo que la relación se resienta.
Mi pareja me ha sido infiel, ¿y ahora qué?
Hoy quiero hablaros de uno de los temas más importantes y difíciles que trato en mi consulta, no es otro que el de la infidelidad en la pareja.
Es importante porque muchos de mis pacientes acuden a nuestra clínica soportando desde hace muchas semanas, incluso meses, el peso de una infidelidad sin poder avanzar hacia un sentido u otro, sin poder perdonar, sin poder superar, sin poder romper la relación, etc.
Es un tema que afecta a muchas de las parejas que finalmente deciden acudir a un especialista, y una vez dan el paso, y después de una adecuada terapia, pueden avanzar en su vida, ya sea juntos, o por separado.
Una de las cuestiones que más daño nos hace a los seres humanos es la incertidumbre, y otra es el engaño, o la mentira por parte de nuestros seres queridos. En la infidelidad, se dan ambos aspectos, por lo que afrontar la infidelidad se convierte en uno de los procesos más traumáticos y dolorosos por el que pasa una pareja.
Además de ser uno de los temas más importantes que trato en mi consulta, os comentaba que también es uno de los más difíciles, porque no sólo depende de aplicar la terapia correcta de la manera correcta y con los plazos correctos, sino que en gran medida, además de todo ello, hay una parte que es muy personal, que depende de cada miembro de la pareja, y que desde fuera, yo como profesional no puedo influenciar, sino que mi trabajo consiste en guiar a la persona a encontrar su propia verdad y sus propias respuestas.
Existen muchos factores que influyen en nuestra manera de entender las relaciones de pareja, y mientras ambos miembros estén de acuerdo, todas las opciones son respetables. Puede depender del país donde vivimos, o del que procedemos, del modelo de familia que hemos tenido, de los ejemplos que nos ha brindado la vida, de nuestras experiencias desde la infancia hasta nuestros días, etc.
¿Estoy preparad@ para vivir en pareja?
Ultimamente, en mi consulta de psicología, he atendido varios casos de inseguridad a la hora de plantear una convivencia en pareja, y por ello, hoy he considerado interesante hablaros sobre esta temática. Quizás estés pasando por este momento de tu vida y una ayuda externa te venga bien para ordenar tus ideas y encontrar las respuestas que necesitas.
En primer lugar, me gustaría explicar que podemos enfocar esta pregunta inicial desde al menos tres puntos de vista.
Por un lado, es posible que después de un largo noviazgo viviendo separados, te asalten las dudas de si estás preparado para convivir con tu pareja, ya que es posible que en un primer momento te dé algo de vértigo, ya que se trata de una etapa nueva para ti.
En segundo lugar, es posible que también te surjan dudas después de haber convivido durante un largo tiempo con tu pareja de forma insatisfactoria, y después de esta experiencia, tengas miedo a afrontar de nuevo una nueva convivencia.
Y en tercer lugar, también pueden asaltarte las dudas en caso de que lleves mucho tiempo viviendo tú sol@, y el hecho de tener que cambiar de hábitos te cree un conflicto interior.
Detectar el bullying en tu hijo
¿Qué es el bullying o acoso escolar?
Desde hace varios años vengo atendiendo en mi consulta a niños y adolescentes que han sido víctimas de acoso escolar. Algo que me hace reflexionar y lo que hoy quiero hablaros. El acoso escolar o bullying se define como cualquier tipo de agresión tanto física como psicológica que se da de forma constante en el ámbito del colegio o instituto. No entrarían dentro de esta definición las agresiones puntuales que pueden darse entre niños o adolescentes, y que no tienen una continuidad en el tiempo. A esto último, lo llamaríamos agresión.
Una de las características más significativas del bullying es que la víctima sufre de manera continua un desgaste físico o/y psicológico que va en aumento de forma progresiva, y que puede desencadenar en hechos traumáticos e irrevocables.
¿Quienes son carne de cañón para el bullying?
Por la experiencia que he desarrollado en mi clínica, y bajo la observación de los numerosos casos que se dan en concreto en nuestro país, hay ciertos modelos de comportamiento que se repiten, tanto en las víctimas, como en los acosadores, aunque ningún niño está a salvo totalmente de sufrir acoso escolar. Puede ocurrir que el hecho de destacar frente a la mayoría, suponga un motivo para sufrir bullying. Parece como si nuestra sociedad no fuera lo suficientemente tolerante como para aceptar la diferencia, y creo que es una de las cuestiones más importantes que debemos aprender para convivir en libertad y respecto en una sociedad.
Aquello que se sale de lo “normal” muchas veces nos da miedo, nos asusta, nos da envidia, por lo que intentamos alejarlo de nosotros, y puede que este tipo de comportamiento social y aceptado esté influenciando a nuestros hijos a la hora de respetar o no a los demás.
¿Auto engaño? Sé fiel a tus valores
Muchas veces mientras estoy redactando un artículo, tomo notas de temáticas que van apareciendo conforme voy escribiendo para vosotros. En multitud de ocasiones las temáticas están entrelazadas y se nutren unas de otras, haciendo que enlace cuestiones que resultan muy interesantes y sobre las que tengo la necesidad de profundizar.
Es el caso de este artículo que comparto con vosotr@s hoy. En el pasado artículo sobre “No soy feliz y lo tengo todo”, se plantean una serie de aspectos como posibles causantes de la falta de felicidad en personas que en principio lo tienen todo para ser felices, pero se encuentran vacías.
Algunos de estos aspectos, tal y cómo reflejé en el artículo anterior, eran a rasgos generales, el negativismo o falta de optimismo, el no esforzarse por salir de la zona de confort, la falta de decisión de uno mism@, el no ser capaz de superar los prejuicios, entre otros, y por último, uno de los aspectos que más me interesa desarrollar y exponeros, es el hecho de vivir en disonancia a tus propios valores.
Ya sea “por miedo, por pereza, por comodidad, por falta de autoestima, a veces no actuamos conforme a nuestros valores, no dejes que eso ocurra, ¡no vendas tu alma!” rezaba el artículo previo.
No soy feliz y lo tengo todo
Ante las mismas circunstancias de nuestra vida podemos reaccionar con optimismo o con negativismo. Depende de nosotros. Hay una serie de cuestiones de nuestra vida que nos vienen dadas, o nos suceden sin buscarlas nosotros. No podemos intervenir para que sucedan o no, pero lo que sí que podemos hacer es actuar, asimilarlas y plantarles cara desde una visión optimista.
Por mi experiencia como psicóloga, me he enfrentado a muchos casos de personas que en principio lo tenían todo para ser felices, pero se encontraban vacías. A veces pasamos por momentos de nuestra vida en los que por cuestiones de trabajo, de estrés, de metabolismo, un clima adverso, que son hechos puntuales y sin gravedad que nos ocurren, podemos experimentar lo que se conoce como “una mala racha anímica”.
Es importante poder detectar si estamos ante un bajón anímico leve, fácilmente recuperable, o nos encontramos ante un estado de ánimo que llevamos arrastrando desde hace mucho tiempo y quizás no sabemos determinar cuándo empezó y a qué puede ser debido.
También he comprobado que a veces, es una cuestión de personalidad, y no es que la persona sea de una forma y a partir de un momento dado cambiase y entrara en un período anímico bajo. En estos casos, yo creo que es cuando más difícil se hace cambiar de actitud, porque tenemos que trabajar mejorando el propio carácter de la persona, que a veces resulta muy trabajoso y supone un esfuerzo grande.
¡¡Me pongo roj@!! Cómo superarlo
¿Tienes miedo de hablar en público?¿Te pones rojo si hablas o cuando te miran? ¿Crees que te vas a poner como un tomate, y que no vas a ser capaz de controlarlo y eso te da pavor?
Tranquilízate, no es una enfermedad, es simplemente un problema que tiene solución, te voy a dar varias pautas a lo largo de este artículo.
Recuerdo que cuando era adolescente, tenía una amiga que se ponía roja con mucha facilidad, y le incomodaba de tal forma que incluso dejaba de hablar cuando había más personas alrededor, o no intervenía en clase por miedo a ponerse roja y por miedo a enfrentarse a los comentarios y risas de otros compañeros. Me decía que sentía un calor muy intenso que le subía desde el estómago hacia la cara, y que el corazón le latía a gran velocidad, y que esto le asustaba mucho porque no podía controlarlo, sino que estas reacciones le controlaban a ella. Ahora viéndolo en la distancia, después de muchos años, y viendo cómo es mi amiga ahora, se ve muy distinto, sobre todo porque pudo superarlo y hacerle frente en una de las etapas más difíciles de nuestra vida, como es la adolescencia.
Sin embargo, ruborizarse, le puedo ocurrir a cualquiera, en cualquier edad. Sí que es cierto, que basándome en mis pacientes, veo más casos entre adolescentes y jóvenes, pero también sorprende a edades más maduras.
¿Single o no single? Esa es la cuestión
Hoy quiero hablaros acerca de esta cuestión tan actual hoy en día. El concepto de familia ha variado mucho en las últimas décadas, ofreciéndonos un abanico de posibilidades con plena libertad de elección. Algo impensable siglos atrás o incluso actualmente en otros países. Por tanto, es algo que debemos defender como parte importante de nuestra cultura y de los derechos y libertades que tenemos como ciudadanos.
Lo que hace unas décadas, se conocía como «solterón», o «quedarse para vestir santos», ha cambiado completamente de perspectiva.
¿Quién no tiene en su familia un tío o tía soltera, que quedó sin pareja para toda la vida, y asumió su condición de soltería con resignación para el resto de su vida? Cierto es que muchos de ellos, no tuvieron familia porque no tuvieron opción, pero también seguro que hubo otros muchos que aunque no lo creamos, también eligieron libremente ser solteros. La diferencia con nuestra sociedad actual es que ahora quedarse soltero o «single» no está mal visto, sino que es una opción más, un estilo de vida más, respetado y asimilado por la sociedad.
Efectos psicológicos de los hijos ante una separación
A menudo acuden a mi consulta parejas que necesitan ayuda para superar etapas de crisis, y que además están preocupadas por cómo sus hijos están haciendo frente a la situación.
En la mayoría de los casos, cuando hay hijos, los padres y las madres actuamos teniendo en cuenta el bienestar del menor por encima de todas las cosas, pero también hay que considerar que muchas veces resulta difícil mantener esa premisa cuando hay tantos sentimientos de por medio, sufrimiento y dolor.
Hay que tener en cuenta que los niños no sólo se sienten afectados a partir del momento de la separación, sino desde el momento en el que empiezan a aparecer los primeros conflictos entre la pareja. Saber manejar la situación desde el respeto hacia la otra persona,y siendo conscientes de la presencia de los hijos, va a ayudarles a asimilar la situación y a poder superar una ruptura de sus padres si es que finalmente se produce.
Las claves de un matrimonio perfecto
Quizás pensemos que el título de este artículo es demasiado pretencioso, o inabarcable pero a veces hay que ponerse metas altas a sabiendas que como seres humanos que somos, no vamos a ser capaces de alcanzar, pero al menos, son metas que nos guían en nuestro día a día.
¿Existe el matrimonio perfecto? Ciertamente hay mucha gente que directamente se plantea el matrimonio como opción, así que pensar que el matrimonio puede llegar a ser perfecto para muchos, es una cuestión imposible. Por suerte, en nuestro país, tenemos libertad para decidir cómo y con quien queremos estar, tenemos mucha suerte, también fruto del trabajo de la sociedad y de la búsqueda de una libertad sana.
Cómo superar la pereza
La pereza a simple vista puede parecer un mal menor, sin embargo muchas veces es la punta del iceberg, un indicador que nos alerta de que hay algo más en nuestro interior que no está funcionando bien. Si además de sentir esa pereza, sentimos ansiedad porque no logramos superarla, poco a poco la situación se puede ir complicando y desembocar en un problema más grave.
¿Cual es entonces la causa de la pereza?
Puede que sea algo tan sencillo como una acumulación de cansancio físico y mental, ante el cual necesitas tomarte un tiempo de descanso, o unos días o unas semanas incluso. Y la pereza surge de forma natural, es un mecanismo del propio cuerpo que te invita a descansar y recuperar energías. Entonces no tienes que preocuparte, cuando hayas cargado baterías, tu motivación volverá y la pereza desaparecerá.
¿Qué es un informe psicológico pericial?
¿Qué es un informe psicológico pericial? Probablemente si has llegado hasta aquí es porque te encuentras atravesando un proceso jurídico y muy...
¿Estoy preparado para un cambio en mi vida?
Muchas veces, ante situaciones en las que no nos encontramos a gusto, nos planteamos la posibilidad de cambiar cuestiones importantes de nuestra vida. A veces estos pensamientos «pasan» por nuestra cabeza y los olvidamos en cuestión de segundos, y otras veces perduran en el tiempo, se reiteran día a día, incluso pueden llegar a atormentarnos. ¿Qué tenemos que hacer? ¿Realmente necesito un cambio? ¿En qué momento debo tomarme en serio que necesito un cambio en mi vida?
Una reflexión profunda nos puede ayudar mucho a clarificarnos, de hecho hay momentos en nuestra vida en los que contamos con un gran control racional, donde tenemos muy claras nuestras prioridades, y a través de la reflexión podemos llegar a tomar decisiones concisas y planificar el cambio en nuestra vida, sin que la parte emocional interfiera en nuestros propósitos.
Sin embargo, hay ocasiones en las que nuestro raciocinio se ve distorsionado por sentimientos y emociones muy fuertes y potentes, a veces como ilusiones que se presentan ante nosotros y sacuden nuestra razón como terremotos. Por ejemplo, puede suceder esto cuando un miembro de la pareja comete una infidelidad. Quizás no se ha parado a reflexionar activamente lo que podría ocurrir después de que eso suceda, pero se lanza, porque no se siente en plenitud con la pareja o con su vida y necesita una escapatoria. Es como lanzarse al sufrimiento, y a través del sufrimiento para él y para su pareja, su vida cambia y no tiene más remedio que cambiar. Visto así es un cambio un poco egoísta, pero a veces no somos capaces de actuar de otra manera.



















